Imagen del Colchón de Nubes
En 1968, Ausberto Tenorio llegó a la zona y quedó fascinado con el paisaje que divisó. Desde entonces, se impuso la tarea de convertir esa área rocosa y árida en un circuito turístico. Así, decidió financiar una carretera y trocha de diez kilómetros para el acceso de visitantes. Varias décadas después fue su hijo, también llamado Ausberto, quien lo ayudó a contactar a los artesanos que han dado vida a figuras como El Cisne, El Inca y La Cabeza Tallada, algunos de los grandes atractivos de la zona. El trabajo de difusión se inició hace cinco años, pero hace apenas dos meses el ‘boom’ turístico, propiciado por las redes sociales, empezó.
Comentarios
Publicar un comentario